Cuatro películas para disfrutar desde casa
I-Sat, Disney XD, Cinemax y FXM le dan pelea al cine por streaming
Gravedad
Gravedad, de Alfonso Cuarón, es una genialidad muy original. Hay una mujer (extraordinaria Sandra Bullock) perdida en el espacio, en órbita alrededor de la Tierra, en peligro de muerte inminente, que intenta volver al planeta. Hay una serie de causas y efectos, de movimientos físicos, de problemas y riesgos sin pausa, orquestados de un modo nunca visto -y totalmente coherente- en el cine. Es decir, Gravedad es algo completamente nuevo, una aventura que se acerca, por su ejecución, a lo puramente abstracto y musical. Una angustia sumamente disfrutable, además, una aventura "como las de antes". El sábado a las 22 por I-Sat.
Las locuras del emperador
La historia de esta película es la de un filme que los productores vieron y pensaron que iba a ser un fracaso, se la dieron a un par de directores con poca experiencia y les dijeron que hicieran lo que quisieran. Y en vez de hacer "una de Disney", hicieron una especie de homenaje desquiciado a los Looney Tunes que se convirtió en un éxito gigante y una de las mejores comedias de las últimas tres décadas. Hay un caprichoso emperador inca que se transforma en llama y un pobre campesino obligado a ayudarlo, y mucha, mucha comicidad desaforada con grandes momentos. El viernes a las 21, por Disney XD.
Serpientes a bordo
El artesano David R. Ellis nunca falló con sus películas. Doble de profesión, director por vocación, tiene al menos tres grandes obras: Celular, Destino Final 2 y esta genialidad donde un agente del FBI (Samuel Jackson en su mejor momento) debe trasladar a un testigo contra la mafia. Pero la mafia dejó en la bodega del avión un baúl lleno de víboras, culebras y ofidios varios que empiezan a atacar a todo el mundo. Se entabla una guerra en el avión y todo se vuelve increíble. Y preciso: el humor absurdo se integra a la aventura desaforada. Jueves a las 22, Cinemax.
Colateral
Gran película de Michael Mann en la que un pobre taxista (Jamie Foxxx) tiene la mala suerte de subir a su auto a un sicario con varios encargos durante una noche (Tom Cruise en estado de gracia), generando una seguidilla de desastres que llevan a un suspenso constante. La relación entre los dos personajes está construida con lo justo, sin una palabra o gesto de más o de menos. Y la idea de un personaje que se "mete" en una trama que no le corresponde es una lección bien aprendida del mejor Hitchcock. Una película extraordinaria en todo sentido. Mañana, 22, FXM.