El caso del Credit Suisse y las filtraciones de información bancaria
Recientemente, un conglomerado de medios de comunicación y de periodistas de diversas jurisdicciones (asociados bajo el Proyecto de Investigación sobre Corrupción y Crimen Organizado) dio a conocer un trabajo de investigación sobre cuentas bancarias mantenidas en una institución financiera suiza (el Credit Suisse) por sujetos que habrían estado involucrados en causas de corrupción y otros delitos.
El banco suizo fue señalado como un facilitador para el ocultamiento de activos provenientes de actividades delictivas y de corrupción y se criticó al sistema de dicho país sosteniendo que valora el secreto por encima de la responsabilidad que le corresponde a las instituciones financieras, haciéndolo especialmente propenso a un mal uso.
La información sobre estas cuentas bancarias habría sido facilitada a un periódico alemán por una fuente anónima y posteriormente compartida al conglomerado de periodistas para su investigación. Esta fuente "anónima" habría manifestado como motivación el convencimiento de que las las leyes suizas de secreto bancario serían "inmorales" y que, bajo pretexto de proteger la privacidad financiera, se cubriría y colaboraría con evasores de impuestos y con otros criminales.
Sobre la motivación de las filtraciones
Los motivos que movilizan a quienes obtienen y comparten información confidencial varían entre razones de conciencia, idealismo e incluso pueden encontrarse impulsados por cuestiones económicas.
Esta no es la primera vez que la información financiera de un banco suizo es filtrada al publico en general. No está de más resaltar, por ejemplo, el caso de Hervé Falciani, un ingeniero de sistemas que años atrás obtuvo información financiera de clientes de un importante banco suizo y la compartió con diferentes administraciones tributarias.
En ese caso, mientras algunos veían el suceso y accionar de Falciani como el de un "Robin Hood moderno" motivado únicamente por razones de conciencia, otros consideraban el accionar como un robo que debía ser castigado y a la información compartida a los fiscos como datos que no podrían ser utilizados con fines penales o fiscales.
Por otro lado, cabe recordar también el caso de Bradley Birkenfeld, ex empleado de un reconocido banco Suizo que por la valiosa información brindada al fisco estadounidense sobre el accionar y los datos de clientes cuenta con el récord Guinness de recompensa obtenida por un arrepentido en esta materia fiscal (USD104 millones). Claro que, aún con esa recompensa, debió permanecer varios meses de prisión efectiva en Estados Unidos.
Esto denota que las motivaciones para extraer y compartir información financiera protegida por secreto bancario pueden ser variadas. De cualquier manera, lo cierto es que esas filtraciones vienen generado cambios y acciones dentro de las mismas instituciones financieras, no solo de Suiza sino del mundo en general. De alguna manera, si las deficiencias del sistema bancario pueden ser marcadas internamente por personal de la institución, las acciones se dirigen no solo a frenar estas filtraciones sino también a evitar que los errores se repitan.

Suiza sí habría avanzado en materia de transparencia, Suiza hoy se encuentra en tercer lugar en el índice de secreto/confidencialidad, por debajo de otras jurisdicciones como Islas Caimán y Estados Unidos, conforme con el análisis efectuado por Tax Justice Network. Este índice incluye a cada jurisdicción en un ranking que toma en consideración cuán propenso es el sistema legal y financiero de una jurisdicción a permitir que tanto individuos como criminales oculten o laven activos extraídos de otras jurisdicciones.
Es decir, el sistema suizo hoy se encuentra mejor posicionado con respecto a otras jurisdicciones, que son las que lideran este ranking y que se encontrarían mas propensas a la facilitación de acciones criminales.
Asimismo, Suiza intercambia información financiera con numerosas jurisdicciones en forma automática (con más de 79), incluida Argentina, en donde remite información financiera desde 2018. En otras palabras, Suiza denota en la actualidad un accionar más en línea con la transparencia internacional, independientemente del riguroso respeto a la confidencialidad y al secreto bancario, mientras que otras jurisdicciones, como Estados Unidos, no comparten recíprocamente con otros países información financiera que permiten contrarrestar la evasión fiscal.
Palabras finales
Existen estudios en donde se analiza el éxito de Suiza como banca financiera internacional y en donde se concluye que no es únicamente por la existencia y por el respeto del secreto bancario. De hecho, hasta 1935 no existía en Suiza ni siquiera normativa bancaria y menos secreto bancario (Robert U. Vogler, Swiss Banking Secrecy: Origins, Significance, Myth, 2006). Ese éxito se basa principalmente en otras cuestiones, tales como su estabilidad tanto política como económica y financiera, la libre convertibilidad monetaria, el profesionalismo en los servicios financieros, etcétera, lo que resultan y fomentan la jurisdicción a los fines de atraer capitales.
Las filtraciones de cuentas bancarias abiertas en bancos suizos ocurridas en los últimos años sin dudas generan y movilizan los cambios internos en las instituciones y en los centros financieros internacionales. Hoy claramente resulta mas difícil para los criminales ocultar activos y pasar rápidamente por una aprobación de aperturas de cuenta, pero no solo por estas filtraciones sino por las acciones coordinadas de transparencia internacional e intercambio de información.
El secreto bancario y la confidencialidad no deberían ser mal vistos. Hoy se evidencian claros avances en materia de transparencia por parte de Suiza, sin perjuicio del respeto y de la garantía de confidencialidad previstos en sus normas. Las acciones deberían reforzarse por todas las jurisdicciones, a fin de garantizar un correcto intercambio de información y continuar cerrando los huecos que permiten continuar con el ocultamiento de activos.
* Luis M. Capellano es Contador Público, Mag. En Derecho Tributario (Universidad Austral).
** Daniel Domínguez es Abogado, LLM en tributación internacional (Universidad de Florida)