La construcción cayó 2% en agosto y no ven salida
Se perdieron 5.000 empleos el mes pasado en todo el país
En un proceso de fuerte deterioro que lleva más de un año, la actividad de la construcción cayó 2% interanual en agosto, con un dato significativo: se perdieron 5.000 puestos de empleo el mes pasado.
Las fuentes de la Cámara Argentina de la Construcción consultadas por BAE Negocios se refieren a una pérdida de al menos 5.000 empleos por mes desde comienzos del año y prevén que la tendencia se mantenga hasta fin de año por la falta de presupuesto del Gobierno para obras de infraestructura.
Las fuentes indicaron que la mayor baja de puestos de trabajo está vinculada a la obra pública, donde a pesar del discurso oficial sobre la normalidad en los planes, existen recortes y retrasos en los plazos de ejecución. La actividad privada también cae pero en menor porcentaje. Las transferencias de la Nación a las provincias pasaron de un tiempo promedio de 60 días a 120 días en algunos casos, y el pago a las constructoras registra demoras de 60 días, dijeron desde el sector.
"Es impensado que la actividad vuelva a impulsarse, por lo que veremos un empeoramiento, y será muy grave en distritos como la provincia de Buenos Aires y en especial, el Conurbano bonaerense", expresaron las fuentes. Esta coyuntura ya provocó un debilitamiento en la cadena de pagos debido a que el freno o la desaceleración de los proyectos en marcha afecta el pago a los proveedores.
Otro elemento que conspira contra la recuperación del sector es el constante aumento del precio de los materiales para la construcción. "Todavía se ve el efecto grave de la devaluación porque no es algo inmediato. El traslado se seguirá notando un tiempo más", señalaron desde el sector.
Casos provinciales
La situación en Salta tomó relevancia por una solicitada de la Cámara salteña de la Construcción que anunciaba la "inevitable" disminución o paralización de obras en curso, "con el consiguiente despido de personal, alteración de la cadena de pagos, cierre de empresas y cancelación o retraso en la entrega de las obras a sus beneficiarios naturales". Los empresarios explicaron que se ven afectados por la inflación y el retraso de los pagos; aseguran que hicieron las gestiones ante organismos nacionales y provinciales pero no obtuvieron "ni respuestas ni soluciones".
En el comunicado de la Cámara Salteña de la Construcción explican que muchas obras "pudieron terminarse con los aportes de fondos propios realizados por las empresas constructoras", en muchos casos recurriendo a financiamiento bancario. "Pero nuestra capacidad para continuar financiando la obra pública está agotada", afirmaron.