Con obras hídricas, Kicillof da el puntapié inicial de su plan quinquenal
Las tareas para los proyectos de ese área continúan, dado que cuentan con financiamiento internacional, explicó a BAE Negocios el subsecretario Guillermo Jelinski

Por Ignacio Ostera
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, dio el puntapié inicial de su ambicioso "Plan quinquenal", con el que busca invertir en infraestructura $600.000 millones en cinco años. Mientras le pidió a la legislatura da ese distrito el diseño de un proyecto de ley, el mandatario avanza con las obras hídricas que cuentan con financiamiento internacional, que lograron sortear la parálisis originada en el segundo tramo del mandato de María Eugenia Vidal y la crisis del coronavirus.
Así lo detalló en diálogo con BAE Negocios, el subsecretario del área, Guillermo Jelinski, enfocado en las tareas en los ríos Reconquista, Luján y Salado y en la búsqueda de fondos para llevar adelante mejoras en cloacas y en el alcance y servicio del agua potable.
La semana pasada, se cerró financiamiento con el Banco de Desarrollo para América Latina (CAF) por casi USD250 millones, para mejorar el sistema de agua potable en el conurbano, Gran La Plata -cuya licitación se está preparando-, y otra para Bahía Blanca y 9 localidades aledañas, con reparaciones y nuevos acueductos y plantas depuradoras.
Por otro lado, ya se adjudicaron obras para el río Luján por $1.600 millones, también financiados por la CAF, al tiempo que está en proceso de licitación tareas en el Reconquista, que financiará el Banco Interamericano de Desarrollo ( BID).
Por su parte, en la cuenca del río Salado se está trabajando en los tramos 3 y 4 -hasta ahora casi sin avances-, mientras que “el 1A está casi terminado, en el 1B no llegaba al 15% y en el 2 se cayó el financiamiento que había del Banco Europeo de Inversiones (BEI)", apuntó Jelinski. En cuanto al 1B, se lleva adelante por medio de un préstamo del Banco Mundial que consiguió la provincia.
Jelinski considera que las obras en el Salado "se desvirtuaron" respecto a su objetivo original, porque lo que llevó adelante el macrismo "era sólo dragado". "En el marco del plan quinquenal le daremos un enfoque más productivo a esas obras”, añadió.
Todo en el marco del “sistema de alerta temprana” que los organismos multilaterales apoyaron financieramente con los desembolsos para las obras en el Salado, Reconquista y Luján, para que en el mediano plazo se compatibilice un único sistema desde la autoridad del agua de la provincia y la participación de los municipios.
Parálisis
La baja de los créditos por falta de ejecución fue una constante de la herencia recibida de María Eugenia Vidal, a tal punto que la provincia debió pagar multas por USD10 millones. Según el funcionario bonaerense, esto comenzó a observarse en el 2018 “a partir de las negociaciones con el Fondo Monetario, para evitar que los préstamos aparezcan en la columna del debe” dentro de las cuentas públicas.
“Encontramos 250 obras paradas, la mayoría a partir de agosto, 750 redeterminaciones sin ejecutar y una deuda de $11.600 millones”, precisó. A eso se sumaron otras situaciones llamativas como el hecho de que Aguas Bonaerenses Sociedad Anónima ( ABSA) usó los tarifazos para llevar adelante obras, cuando lo lógico hubiera sido que el dinero se volcara al servicio y los gastos operativos.
Jelinski también apuntó contra Vidal por haber aceptado hacerse cargo de los subsidios para los servicios públicos, “que era el doble del fondo del conurbano” devuelto en la gestión macrista, por lo que “descalzó toda la caja” de la provincia a pesar de haber recibido una suma suculenta de parte de Nación.
Por último, se refirió a la pelea con Mendoza por Portezuelo del Viento y propuso una salida: “hay que compatibilizar los dos estudios de impacto ambiental que ya se hicieron, con uno nuevo que a nivel nacional que permita completarlos”.
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