El canje de deuda, clave para que la emisión no se traslade a los precios
Es lo que plantearon tres analistas en un panel sobre macroeconomía. Coinciden en que un acuerdo con los acreedores serviría para que la inyección de dinero no termine en una escalada inflacionaria.

Por Ignacio Ostera
El mayor ritmo de expansión monetaria destinado a financiar el agujero fiscal provocado por la pandemia de coronavirus encendió las alarmas de los economistas por el riesgo de un traslado apresurado a los precios. Sin embargo, por el momento la inflación muestra señales de estar contenida, principalmente porque el dinero circula a menor velocidad. De cara al futuro, expertos consideran clave un canje exitoso de la deuda para evitar una disparada en el costo de vida.
Estas fueron algunas de las conclusiones del panel “View Macro” de la EFI Week, evento de economía que este año se celebra vía web durante toda la semana y de la que el BAE Negocios es media partner.
El debate, moderado por Diana Mondino, contó con la participación de Bárbara Guerezta (Arriazu Macroanalistas), Federico Furiase (Eco Go), y Gabriel Caamaño (Consultora Ledesma), y giró en torno a las perspectivas fiscales y monetarias del país en el contexto de la crisis originada por el Covid-19.
En ese sentido, Guerezta planteó que “la Argentina no tiene ahorros ni acceso al mercado y no sabemos cuánto durará la cuarentena”. “La expansión fiscal tiene que ocurrir pero debe ser transitoria, para luego poder combinar un mayor esfuerzo cuando la recaudación aumente”, evaluó la analista.
Por su parte, Caamaño precisó que “la base monetaria crece en un intento por impulsar el crédito”, en particular por motivos transaccionales, y repuntó hasta llegar al equivalente al 9% del PBI. Pero como cayó ferozmente la velocidad de circulación de dinero, hasta ahora no hubo un efecto inflacionario. “Para que no se revierta y vaya a precios, hay que anclar las expectativas con un acuerdo por la deuda, y tasas de interés positivas, porque no se va a poder esterilizar todo ni apostar a que la demanda de dinero lo absorba”, aseguró.
En tanto, Furiase explicó que están los “incentivos alineados” entre acreedores y el Gobierno para llegar a un acuerdo por la deuda, y pidió que “haya un empalme con un programa económico y con el Fondo Monetario”.
Guerezta sumó entre los factores que ayudaron a desacelerar la inflación las “paritarias postergadas y la flexibilización” en el pago de salarios de convenio.
Por otro lado, la economista de Arriazu Macroanalistas propuso “que el Banco Central pueda fortalecer reservas” mediante algún nuevo instrumento.
Respecto a este punto, Furiase estimó que con la inyección monetaria de los últimos meses, el ratio entre el dinero circulante y las divisas del BCRA arroja un tipo de cambio “en la zona de 100”, mientras que el que surge de las operaciones de contado con liquidación muestra un dólar en términos reales equivalente al que surgió con la megadevaluación de 2002. “Es un colchón relativamente positivo”, señaló, al tiempo que descartó un escenario de hiperinflación, ya que esos episodios ocurrían cuando el financiamiento monetario del Tesoro se combinaba con “un Central sin reservas y se escapa el tipo de cambio”.