En marzo, hubo una caída en la ventas de los supermercados
La caída del consumo en supermercados – medido a precios constantes – fue del 0,1%. Fue la peor marca para un tercer mes del año desde el inicio de la serie que mide el Indec (2017). Además, esta merma coincide con un aumento de precios generalizado del 6,7%, lo que podría señalar un impacto directo de la inflación sobre los niveles de compra de alimentos de la población.
En marzo, hubo una caída del consumo en supermercados – medido a precios constantes – del 0,1%. Fue la peor marca para un tercer mes del año desde el inicio de la serie que mide el Indec (2017). Además, esta merma coincide con un aumento de precios generalizado del 6,7%, lo que podría señalar un impacto directo de la inflación sobre los niveles de compra de alimentos de la población. En el acumulado del primer trimestre, las ventas a precios constantes registraron una suba del 3,5% cuando en el mismo período del año pasado la caída había sido del 3,8%.
Para marzo de 2021, el Indec había destacado una caída del consumo del 8,8% porque la comparación era con el inicio de la pandemia, cuando parte de la población decidió stockearse frente las medias de aislamiento social.
Si se miran los resultados a precios corrientes, las variaciones interanuales superan a la proyección de la inflación anualizada para el tercer mes del año. En el caso de los productos de panadería, la variación porcentual de las ventas fue del 62,7%, mientras que en frutas y verduras se registró un aumento del 63,4% y en artículos de limpieza otro 53%. Los productos de almacén, que representan casi el 27% del total de bienes en un supermercado, tuvo una variación del 56,2%.
En contraposición a lo que sucedió en los supermercados, en el caso de los autoservicios mayoristas se registró un total de ventas de 4472 millones de pesos, lo que representa un incremento de 2,1% respecto a marzo de 2021.
También se detectó una disminución en la cantidad de trabajadores en los supermercados. En comparación con febrero de este año, la caída fue del 0,9% mientras que en la comparación interanual, la merma registrada llegó al 2,1%. En cambio, hubo un aumento en los puestos registrados en los locales mayoristas, del 0,3% en la comparación mensual y del 3,3% en relación al mismo período de 2021.
La pérdida de poder adquisitivo de los salarios no es un mero indicador en una planilla de Excel. Para la Consultora Sarandí, los niveles de inflación para el primer cuatrimestre cercanos al 58% “erosiona todos los segmentos con ingresos fijos”. Para ilustrarlo, la consultora que dirige Sergio Chouza comparó el poder adquisitivo del salario para la adquisición de algo tan popular como el asado. Para febrero de 2022 se estaba muy cerca de la peor marca histórica, registrada en enero de 2021.
“El fenómeno de pobreza con trabajo no es nuevo, ni parece haber comenzado en la pandemia sino que la estadística marca como un cambio de tendencia el 2018. El pecado del último año, en todo caso, es que el proceso no empiece a revertirse”, puede leerse en el último trabajo de la consultora, que finaliza con una pregunta: ¿se podría hacer algo para salir del letargo de los salarios perdiendo poder adquisitivo frente a la inflación? Cualquier respuesta no parece evidente.
Lo que sí resulta evidente es que aumentaron las compras de los productos incluidos en Precios Cuidados, al mismo tiempo en que los fabricantes empezaron a retacear el envío de estos bienes. La especulación tampoco es un mero dato en una planilla de cálculos.