Los supermercados no pierden con la pandemia pero las ventas en shopping se hundieron casi 100%
Tras el acopio de productos en marzo, apenas decretada la cuarentena, las ventas en súper subieron 0,2% real y en los mayoristas, 0,3%. Pese a la caída generalizada del consumo, las grandes cadenas siguen a flote y el 62,5% prevé aumentos de precios
Pasada la fiebre del acopio por el inicio de la cuarentena que hizo saltar las ventas en marzo e incluso generó faltantes de algunos productos, las ventas en los supermercados y en los mayoristas no se resintieron en abril, a diferencia de lo que ocurrió con la amplia mayoría de los comercios. Según un informe publicado esta tarde por el Indec, su facturación medida a precios constantes incluso creció un leve 0,2% y 0,3% interanual, respectivamente, impulsada principalmente por las compras de productos esenciales aunque también de artículos electrónicos y para el hogar. Y aun en plena desaceleración inflacionaria, el 62,5% de las empresas supermercadistas preveía aumentos de precios para este mes.
Esta realidad contrasta con la de los shoppings, cerrados desde el inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio. En abril, facturaron apenas $275 millones, lo que significó una caída casi absoluta (del 98,6% real) de sus ventas.
La fiebre del stockeo de los hogares, que había disparado 9,6% las ventas de los supermercados en marzo, se detuvo en abril. Pero a pesar de ser el mes más estricto de la cuarentena, en el que muchos trabajadores independientes e informales se quedaron sin ingresos y apenas recibieron los $10.000 del IFE, las grandes cadenas no vieron afectada su facturación.
Las ventas totales en supermercados llegaron a $75.035 millones, lo que representó un aumento nominal del 51,1% interanual. En términos reales, esto significó un alza del 0,2%. Así, se ubican entre los pocos no perdedores de la pandemia. Por caso, el consumo privado en general se hundió 21,2% interanual en el bimestre marzo-abril, según el Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala.
Los rubros que impulsaron las ventas fueron principalmente los considerados esenciales. Por encima del promedio crecieron, verdulería y frutería (86,6%), lácteos (65%) y almacén (63,1%). Aunque también los artículos electrónicos y para el hogar (86,8%). En cambio, las compras de alimentos preparados cayeron 14,5% en términos nominales y las de indumentaria, calzado y textiles, 12,1%.

Otro cambio producto del coronavirus fue la modalidad de compra. Mientras que el consumo presencial creció 46,6%, por debajo del promedio, las ventas online se dispararon 370,9%. Aun así, estas representaron apenas el 4,3% del total.
Pese a que las empresas de supermercados se mantienen a flote en la coronacrisis, siguieron recortando personal. En abril, destruyeron el 0,2% de los puestos de trabajo no jerárquicos respecto de marzo y el 2,2% interanual. Además, en una encuesta realizada por el Indec a fines de mayo, el 12,5% adelantó que preveía reducir la cantidad de empleados.
Tampoco se frenó el impulso remarcador en un contexto de desaceleración inflacionaria, que llevó al IPC a marcar 1,5% en abril y mayo: en el mismo sondeo, el 62,5% de las firmas adelantó que habría aumentos de precios este mes, mientras que el resto esperaba mantenerlos. El mes anterior eran menos las empresas que preveían subas, el 58,8%.
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Escrito por
Emilio Cornejo Costas y Camila Sofía Sánchez