Para el CEPA, la mitad de los trabajadores formales no cubren una canasta básica
Según un informe de coyuntura del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) al que accedió BAE Negocios, más de la mitad de los trabajadores registrados no llegan a cobrar una Canasta Básica Total, que en abril se ubicó en los $95.260.
La situación social en la Argentina muestra indicadores de pauperización agravados por la persistencia suba del precio de los alimentos y una inflación que horada el poder adquisitivo de los salarios para los trabajadores informales pero también para quienes están en relación de dependencia. Según un informe de coyuntura del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) al que accedió BAE Negocios, más de la mitad de los trabajadores registrados no llegan a cobrar una Canasta Básica Total, que en abril se ubicó en los $95.260.
El trabajo de CEPA cruza el salario registrado privado de la mediana con la CBT, que mide ingresos por un hogar tipo compuesto por 2 adultos y dos menores y sirve para determinar los umbrales de pobreza en la sociedad. El último dato del Indec arrojó una suba de la canasta del 6,7%, que anualizada ya llegaba al 60%. A mediados de 2018, la mitad de los trabajadores registrados estaba por arriba de la CBT, y desde ahí comienza la persistente pérdida del poder adquisitivo con un pico durante la pandemia, situación que no logró revertirse.
En 2018, un salario de la mediana cubría más de una canasta básica (1,13), mientras que durante lo peor de la pandemia descendió al 85% de cobertura. Para enero de este año, la cobertura era del 95% pero en abril cerró en el 91%. La recuperación del principio de año se explica, en parte, porque persistía el congelamiento de tarifas. Con la primera actualización de marzo, sumado a la persistente alta inflación, la situación volvió a empeorar. El nuevo aumento tarifario pegará otra vez en las condiciones sociales.
El fenómeno de “trabajadores pobres” no es nuevo, sucedió durante la convertibilidad y al promediar el gobierno de la Alianza Cambiemos, tal como lo señaló el CEPA y la Consultora Sarandí.
“Se verifica un cambio en la composición del empleo a favor de las categorías de autoempleo, de subsistencia e informales. El menor insumo de mano de obra del sector privado también se verifica en la cantidad de ocupaciones asalariadas precarias ya que estas se ven traccionadas en los ciclos de recuperación del empleo”, puede leerse en un reciente informe del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IpyPP).
La salida de Roberto Feletti de la secretaría de Comercio interior tuvo que ver, en parte, con el escenario de crisis social. “Cuando se conozca el dato de pobreza, ahí se verá la dimensión de la crisis”, sostenía entre sus colaboradores.
Para el Departamento de Economía de la Universidad Torcuato Di Tella, la pobreza para el período noviembre 2021 y marzo de este año se ubica en los 39 puntos. “La población capturada por la Encuesta Permanente de Hogares se estimó en alrededor de 28,9 millones de personas, lo que implica que 11 millones de personas viven en hogares pobres”, puede leerse en un reciente informe de esta casa de estudio.
En este contexto, las políticas de ingresos seguirán siendo claves, tanto para los sectores más vulnerables (con el desafío de aumentar el gasto público y el déficit pautado con el FMI) como para los trabajadores formales. Para el CEPA, si bien el shock de paritarias sirvió para amortiguar los efectos de la inflación, “se necesitarán revisiones para el último trimestre del año”.