Hollywood vuelve a detener su producción por rebrote de Covid
Cuando la industria de Hollywood parecía recobrar algo parecido a la normalidad, el sindicato de actores de los EE.UU. (SAG-AFTRA) envió una carta a todos sus afiliados y a los productores instándolos a "prolongar" el tradicional receso de dos semanas que se realiza en ese país para Navidad y Año Nuevo. La razón: el resurgimiento de infecciones de Covid-19 y la falta de camas de cuidados intensivos en el área de California y, más específicamente, en Los Angeles, que concentra más del 70% de la producción audiovisual estadounidense.
Es una pésima noticia para todo el negocio. SAG-AFTRA (que no tiene facultades para "prohibir" el trabajo pero suele ser un sindicato de enorme poder de persuasión) recomienda que no se reinicien actividades por lo menos hasta la tercera semana de enero, si no más. Esto va en consonancia con la extensión del aislamiento que ordenó el martes el gobernador de California Gavin Newsom para el sur de ese estado, ante la aparición de 19 casos y la ocupación de camas UTI del 15%.
El gran problema consiste en que la producción para cumplir con las plataformas y -eventualmente- los cines en el próximo 2021 está por debajo de lo necesario. Por la pandemia, se pudo trabajar y crear muy poco durante el año que ahora termina, y en general los proyectos audiovisuales se realizan entre un año y dos antes de lo que se considera fecha de estreno. Más hoy, cuando los presupuestos y el trabajo en post-producción llevan muchos meses después de finalizada la fotografía principal. El hiato inacabable de casi (y quizás más de) un año es una herida gigante para todo el negocio.
Así que el año que viene tiene un doble cuello de botella para, sobre todo, la actividad cinematográfica. Por un lado, no se sabe cuándo ni cómo el 65% de las salas cinematográficas de los EE.UU. (y un porcentaje similar o mayor, incluyendo el 100% de la Argentina, fuera de ese país) estarán abiertos, y si el público volverá a acudir tras la ola de miedo que causó la pandemia. Por el otro, faltarán contenidos porque toda la producción masiva -básicamente estadounidense- está retrasada (y también suspendida en países como el nuestro, dicho sea de paso). Así las cosas, el audiovisual comienza el nuevo año con peores perspectivas de lo que se esperaba.