Analistas debaten si habrá una mejora en la oferta y vislumbran un canje de deuda por etapas
Contra Guzmán, Agis afirmó que "hay margen" y que Argentina podría afrontar compromisos en dólares por hasta 3% del PBI por año
La firmeza de las declaraciones oficiales y de las presiones de los grandes fondos para cobrar más marcarán la tónica de la pulseada durante los 14 días que restan para que expire la oferta de canje de la deuda bajo legislación extranjera. Tras el rechazo de los tres principales grupos de bonistas y la advertencia del ministro de Economía, Martín Guzmán, de que Argentina no puede ofrecer más, los focos están puestos en qué tan inflexible será el Ejecutivo a la hora de decidir si ingresa o evita un default. Además, la letra completa de la propuesta de reestructuración conocida el miércoles alimentó la lectura de que la estrategia oficial es ir hacia una operación por etapas.
Todos coinciden en que las posiciones duras a ambos lados del mostrador eran esperables y probablemente se sostengan durante las próximas semanas. Pese a ello, Emmanuel Álvarez Agis, ex viceministro de Economía de Axel Kicillof y economista de consulta de Alberto Fernández, consideró que "hay margen para mejorar la propuesta" (que incluye quita del 62% en intereses y del 5,4% en capital más un período de gracia de tres años) y que "si la cosa está lejos, hay que ofrecer más plata".
En una videoconferencia organizada por Balanz Capital, apuntó que de acuerdo con el análisis de sustentabilidad de la deuda del Gobierno y del Fondo Monetario Internacional, Argentina podría afrontar compromisos en dólares por hasta 3% del PBI por año. Y planteó que, según cálculos de su consultora, PxQ, la propuesta de canje prevé pagos equivalentes al 2% del producto sin contar la deuda con el FMI. Así, contra lo expresado por Guzmán, afirmó que "se puede mejorar la propuesta sin vulnerar la sostenibilidad de la deuda", siempre que se renegocie el acuerdo Stand-By.
Ezequiel Zambaglione, economista de Balanz, cree que la distancia entre lo que ofrece el Gobierno y lo que pretenden los acreedores es más corta en los bonos Globales, que fueron emitidos durante la era Cambiemos, respecto de los títulos surgidos del canje de 2005-2010. Para los primeros, al descontar que la nueva deuda cotizará a una tasa del 12%, la propuesta oficial implicaría precios de entre USD30 y USD35; mientras los tenedores aceptarían entre USD45 y USD50. Para los Discount y los Par, la oferta es mayor (en torno de USD40), pero sus acreedores apuntan a conseguir USD60. Si bien coincide en que hay margen en el esquema de sustentabilidad para ofrecer más, duda de que el Ejecutivo afloje en términos de período de gracia y ritmo de aceleración de los cupones.
Un reporte de Bull Market para sus clientes afirma que el prospecto jurídico del canje es más duro que la oferta económica y sostiene: "Hay indicios fuertes de que la propuesta en lo legal será la definitiva, en lo económico esperamos un premio extra, pero no llegaría a compensar las implicancias del prospecto".
Es que, como contó este miércoles BAE Negocios, el Gobierno dejó abierta la puerta para un canje parcial si no se alcanza el piso de adhesión necesario en todas las series de bonos, pautó que no habrá cross default entre los nuevos y los viejos títulos e incluyó cláusulas RUFO que permiten reabrir el canje para quienes no ingresen. De hecho, los analistas ya vislumbran que ésa es la estrategia oficial, lo que prolongaría las negociaciones más allá del próximo mes.
Zambaglione lo explicó así: "Dada la oferta del Gobierno, parece que no le molestaría ir a un acuerdo parcial para que los que queden afuera sean canjeados en el futuro, evitando un default completo. La oferta menciona, por ejemplo, que los que entren primero van recibir una mejora en caso de que se le ofrezca más a los demás".
Agis coincidió en que es posible que se apunte a esa alternativa y advirtió que el Gobierno no tiene como "día D" el 22 de mayo. "Tal vez haya una posibilidad de arreglar los Globales y que éstos te puedan ayudar a arreglar con los del canje anterior. No hay que subestimarla. Es evidente que los bonos de los canjes viejos tienen mayorías y tenedores que los hacen más complicados", afirmó.