Apenas 6 de cada 100 depositantes invierten sus ahorros en plazos fijos
Con tasas que raramente logran superar a la inflación y el acceso desigual al sistema financiero , el número se mantiene estancado en los últimos 10 años

Por Eugenia Baliño
Sólo seis de cada 100 titulares de cuentas de depósito en el sistema financiero local invierte sus ahorros en plazos fijos. Los datos fueron publicados ayer por el Banco Central y muestran que, en un país en donde raramente las tasas ofrecidas por los bancos logran ganarle a la inflación, la proporción se mantuvo prácticamente constante durante la última década.
En relación a la población total, los números del BCRA muestran que a diciembre de 2019, la cantidad de plazos fijos por cada 10.000 adultos era de 909, lo que implicó un retroceso de 10% en relación con el valor de un año atrás.
La distribución geográfica del saldo real de los plazos fijos por adulto no es homogénea. Los datos revelan que las regiones Centro y Patagonia presentan los valores más altos, mientras que el NOA y el NEA exhiben los más bajos.
A diciembre de 2019, CABA lideraba el ránking, superando en 1,7 veces a Tierra del Fuego que figuraba en segundo lugar y, en 8 veces a Misiones, ubicada en último puesto.
Según señala el BCRA en su Informe de Inclusión Financiera, publicado hoy, la utilización del depósito a plazo fijo como instrumento de ahorro resulta baja en proporción con la cantidad de cuentas de depósito (cajas de ahorro, cuentas sueldo y cuentas de seguridad social) en nuestro país.
El último dato relevado por el Central indica que el 80% de la población adulta tiene al menos una cuenta bancaria. El porcentaje se reduce a 73,8% si se descuentan las cajas de ahorro para el pago de la Asignación Universal por Hijo (AUH).
Las cuentas de depósito que tienen asignada la recepción de alguna clase de ingreso -sueldos, jubilaciones y pensiones y ayuda social- concentraban el 64% del total de cuentas de depósito en moneda local a diciembre de 2019, siendo las cuentas previsionales las de mayor participación (28%).
Sin embargo, la escasa inclusión financiera que existe en Argentina quedó manifiesta con el aislamiento social obligatorio. Las largas colas en los bancos para cobrar jubilaciones, pensiones y planes sociales, y en los centros de pago para abonar servicios demostraron que todavía existe un gran porcentaje de la población que no utiliza ni cajeros, ni autoservicios, ni tarjetas de débito ni medios de pago electrónicos.
Los datos publicados ayer por el BCRA además dan cuenta de otra realidad, que es la desigualdad que existe en el acceso a medios bancarios entre regiones, incluso dentro de una misma provincia. Por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires, mientras que localidades como San Isidro o Vicente López cuentan con 19,2 y 18,3 puntos de acceso a servicios financieros (sucursales bancarias, cajeros automáticos, autoservicios) cada 10.000 adultos, respectivamente, Florencio Varela o José C. Paz tienen 3 y 2,3 cada 10.000 adultos, respectivamente.
Según indica el Central, estas disparidades entre departamentos o partidos se observan en todas las provincias argentinas.