Peligra la emblemática sala de teatro IFT, falta definir si se vende o sigue
Con 88 años, el empresario Miguel Rottenberg alertó que la sala tenía una oferta de compra de una institución religiosa y el mundo teatral se revolucionó. El IFT esta cumpliendo 90 años, sus dueños son la comisión del ICUF, Si bien hay un nuevo director artístico, no se definió cuál será el futuro de la sala.

Por Graciela Moreno
A punto de festejar sus 90 años, una de las salas de teatro más antiguas y reconocidas de la Ciudad tiene hoy un futuro incierto. La voz de alerta la dio en redes sociales el empresario Miguel Rottenberg, un gran conocedor el mundo del teatro y padre del reconocido Carlos Rottenberg, quien hace seis años estuvo remando tratando de sacar la sala adelante. Fundada en 1932, la sala IFT Idisher Folks Teater, pertenece a la Federación de Entidades Culturales Judías de la Argentina (ICUF) y es considerada un emblema de la colectividad judía. Veinte años después logró su edificio propio en Boulogne Sur Mer al 549, en la zona de Balvanera. Lejos del circuito comercial, necesita de tres millones de pesos mensuales para subsistir, una suma difícil de alcanzar.
Con 88 años, don Miguel Rottenberg contó a BAE Negocios: “Vivía en Barracas, tenía cinco años y mis padres me llevaban a ver obras de teatro al IFT. Me sentaban a upa para no pagar mi entrada. Soy un enamorado del teatro desde aquel entonces. Para mí y para tanta otra gente de mi edad, el IFT representa toda una vida teatral. Las obras tenían siempre una moraleja y aún recuerdo algunas. Lamentaría mucho si se cierra porque es un emblema”.
No es la primera vez que el IFT corre peligro. En 2014, se debatía entre construir un estacionamiento en el subsuelo para saldar la deuda de más de dos millones de pesos que tenía en ese entonces.

Hace pocas horas, el empresario Miguel Rottenberg alertó que la sala tenía una oferta de compra de una institución religiosa. Actores y actrices mostraron su indignación. En el IFT hoy funciona la escuela de teatro de Agustín Alezzo. Miguel Rottenberg estuvo relacionado con el Teatro El Nudo, la Fundación Banco Patricios, ahora no tiene ningún teatro. El mes que viene estrena en el Tinglado, Florecer en otoño una historia al estilo de Romeo y Julieta con personajes de 70 y pico de años. Se estrena el primer sábado de mayo.
“Hace 20 o 30 años funcionó perfectamente, han cambiado los tiempos y las salas de la calle Corrientes se han achicado. El edificio del IFT es mounstruoso, merece que se divida en 8 salas independientes, es imposible mantenerlo. Las salas de teatro independientes son para 60 personas y se mantienen con la donación de amigos. Hace unos años hubo una oferta, pero esta vez parece que es más razonable. El teatro no tiene deudas, pese a que se requieren tres millones de pesos mensuales para mantenerlos. Estuve a cargo seis años del teatro para ayudar y con mi aporte y el de varios, pudimos dejarlo sin deudas. En las últimas 24 horas, hubo un apoyo muy grande de la gente, el apoyo se traduce en buenos deseos, pero efectivo no hay”, contó Rottenberg padre. Las voces de apoyo se multiplicaron y actores y actrices como María Fiorentino, Gonzalo Urtizberea, Mosquito Sancinetto, mostraron su preocupación.
Hace unos días, el empresario Carlos Rottenberg, desde la cuenta de twitter del Multiteatro anunció el 25 de marzo: “Buena noticia! Marina Pampin y Gustavo Ferrari toman la nueva dirección artística del histórico teatro IFT, flamante residencia de la escuela de Agustín Alezzo…”. Pero a las pocas horas, los rumores de venta crecieron.
“Hoy, sostener el Espacio IFT abierto resulta muy difícil: genera un déficit operativo imposible de costear", Zolotfof del ICUF.
Julián Zolotfof es el actual directivo de ICUF a cargo de la sala IFT, BAE Negocios lo contactó y señaló: “Ante los rumores acerca del Teatro IFT que están circulando en redes sociales es una información que no se ajusta a la realidad de los hechos. Lo cierto es que, hace muchos años, el IFT tiene costos fijos muy altos, consecuencia de la imposibilidad de utilizar algunas salas, las que se encuentran inhabilitadas hasta que se les realice el mantenimiento necesario. Para su puesta en valor y posterior uso, habría que efectuar una inversión sumamente elevada. Si bien hubo amplia programación y gran cantidad de actividades, estas han sido insuficientes para recaudar los fondos para tal obra”.
Sobre la historia de esta sala señaló: “Conocemos el valor histórico que tiene el IFT: es uno de los teatros independientes más importantes de la ciudad, uno de los poco con piso giratorio, uno que se erigió como una cooperativa a partir de la compañía de teatro Idramst; uno que atravesó censuras, clausuras y diversas crisis. El IFT, sito en el barrio porteño de Once, lamentablemente, ha quedado fuera del circuito teatral contemporáneo, por su ubicación, tamaño y condición edilicia. A pesar de que diferentes comisiones directivas ad honorem a lo largo de todos estos años se propusieron aggiornar el IFT mediante diversas propuestas —desde reformas edilicias hasta la contratación de productores—, no se ha podido lograr la sustentabilidad económica y financiera que requieren la estructura de personal y los costos de un teatro tan grande”.
Una institución religiosa quiere quedarse con el IFT
Sobre el futuro de este histórico teatro, el responsable del IFT puntualizó: “Hoy, sostener el Espacio IFT abierto resulta muy difícil: genera un déficit operativo imposible de costear. Es por esto por lo que la Comisión Directiva está analizando varias alternativas de viabilidad. Queremos poder continuar desarrollando nuestras actividades en un ámbito cultural comunitario, independiente, con nuestra impronta progresista y humanista; queremos seguir respetando el acervo cultural que nos legaron nuestros antecesores, aquellos inmigrantes que, con sus valores, sus manos, su trabajo, las colectas cooperativas, y su entusiasmo, nos dieron los espacios que, con gran orgullo, responsabilidad y cariño, seguimos habitando. No se ha firmado ningún acuerdo, convenio ni contrario con nadie. No existen aún decisiones tomadas”, sostuvo como portavoz de la Comisión Directiva del IFT.
Lo que significa que si bien hay una nueva dirección artística, no hay nada firmado ni definido. “No hay decisiones tomadas, son todas ideas en análisis, hay muchas y varias alternativas de viabilidad y sustentabilidad. No hay ninguna propuesta de compra concreta al momento y no estamos hablando con ninguna iglesia evangélica”, aclaró Zolotfof.
Por su parte, Carlos Rotemberg dijo a BAE Negocios: “Para mí las salas teatrales hacen sin dudas al acervo cultural de su ciudadanía. El caso del IFT resulta emblemático por lo que fue históricamente pero también por lo errático de sus últimos tiempos, donde las iniciativas personales de interesados por su mantenimiento no logran sostenerlo con cimientos sólidos. Esta nueva versión circulante de un cambio de destino se contrapone con los últimos datos conocidos sobre una nueva dirección artística”.
Su padre, Miguel Rottenberg tiene esperanzas. “Si bien no se ha resuelto y estamos en pleno litigio, yo ya no tengo nada que ver, Ferrari tiene la llave y está haciendo arreglos, no tiene firmado ni contrato de alquiler, sólo un convenido de palabra. Es un actor y productor prestigioso y yo lo acompaño y le doy buenos consejos. Tiene un proyecto y esperemos que resulte. El teatro lo dejé sin deudas, lo están refaccionando y en 30 o 45 días puede volver a abrir. Es una de las pocas salas con escenario giratorio y excelente acústica hay que rejuvenecerlo. Pero es incierto el futuro de la sala IFT, es muy probable que los compradores se retiren, porque pensaban que les iba a ser muy fácil y no es así. Lo que publiqué no digo que salvó al teatro, pero ayudó a que mucha gente tome conciencia. Puedo armar este lío y muchos más todavía”.
Todavía no está dicha la última palabra, el futuro es incierto para una de las salas emblemáticas y la venta no está descartada.