Reabre la Confitería del Molino y revela historias secretas de Perón y Gardel
Cerrado desde 1997, fue expropiado y hoy pertenece al Congreso de la Nación. El edificio cuenta con 7.600 metros cuadrados, la confitería, tres subsuelos y cinco pisos con 8 departamentos. Alberga muchas historias. Desde el exilio, el General Perón se carteaba con los trabajadores de la confitería. Gardel pidió a los pasteleros hacer un postre el homenaje a Irineo Leguisamo

Por Graciela Moreno
El edificio del Molino ubicado en la esquina de Callao y Rivadavia, frente al Congreso, cumple 106 años. Cerrado definitivamente desde 1997, vuelve a reabrir el 8 de julio. Habrá disponibles 8.000 cupos para poder visitarlo. Si bien la Confitería del Molino aún no está licitada, se espera que antes de fin de año haya novedades y reabra en 2023.
Primero estaba ubicada en Rodríguez Peña y Rivadavia, luego compran Callao 32 y el 9 de julio de 1916, en conmemoración del Centenario de la Independencia, la panadería se reinaugura como “Confitería del Molino”. Se convierte en un ícono del art nouveau en la Argentina.
“Se trata de una edificio de cinco pisos que termina en una cúpula de 72 metros de altura. Con la confitería en planta baja y tres subsuelos. El edificio cuenta con 7.600 metros cuadrados y en la parte superior de la confitería 8 departamentos. Más de 100 metros cuadrados de vitrales originales”, contó a BAE Negocios, Ricardo Angelucci, Secretario Técnico Administrativo de la Comisión de El Molino.
Durante el golpe de 1930 que derrocó a Hipólito Yrigoyen, queman la planta baja de la Confitería del Molino porque desde adentro militantes radicales se enfrentaron con los militares. Hay tiroteos y un muerto como lo referencia Roberto Arlt. En 1978 se produce la quiebra y cambia de manos, la adquieren los nietos de Cayetano Brenna.
Cerró sus puertas en 1997, la última titular de la sociedad fue la familia Roccatagliata. Dos años después se declara monumento histórico, en 2014 el Congreso sanciona la ley de expropiación que establece que se transfiera al Congreso. Se tenía que constituir una comisión administradora del edificio y la integran los presidentes de ambas cámaras y los presidentes de las comisiones de Cultura y Educación. Se sanciona la ley y la expropiación la encara el Ejecutivo en 2015 y recién se termina en 2018. El 2 de julio el Congreso toma posesión.

Ricardo Angelucci, Secretario Técnico Administrativo de la Comisión de El Molino, fue uno de los primeros en ingresar: “Había cuatro departamentos ocupados, no usurpados, por antiguos inquilinos que vivían en condiciones deplorables, sin agua y colgados de la luz. El edificio estaba apuntalado y por los andamios entraban y se sucedieron diversas situaciones de vandalismo, se robaron bronces, mármoles, objetos de valor y hasta había gente que dormía en los balcones. El último subsuelo estaba inundado. Había una situación de riesgo de derrumbe y comenzamos tratando de hacer obras para apuntalarlo”.
Un glamoroso edificio que en otras épocas, fue sede de toda clase de tertulias. “Carlos Gardel iba siempre, como buen burrero, un día le pidió al pastelero que hiciera un postre en homenaje al jockey Irineo Leguisamo y así fue que al postre lo bautizaron Leguisamo. Lisandro de La Torre era un habitue. Muchos le decían a la confitería 'la tercera cámara' porque ahí se hacía la previa de los debates del Congreso. Cuentan que Alfredo Palacios siempre se olvidaba su sombrero y volvía luego de las sesiones para tomarse un cognac”, relató Angelucci a BAE Negocios.
Los peronistas siempre tuvieron una relación especial con la Confitería del Molino. “Juan Domingo Perón tenía un vínculo muy especial con los trabajadores. Hay muchas cartas de Perón que les mandaba desde el exilio a los empleados", recordó el Secretario. Muchos recuerdan el acuerdo de la Confitería Del Molino en 1994, que juntó entre otros a Carlos "Chacho" Alvarez, José Octavio Bordón y Fredy Storani.
Todos visitaban al Molino, desde Arturo Illia que iba caminando desde la Casa Rosada para tomar su café, hasta Niní Marshall que era infaltable. Una de las historias más recordadas, fue el día en el que Norma Plá lo increpó a Aldo Rico desde la vidriera, el 8 de junio de 1991, tres años después la dirigente hizo llorar al ex ministro de Economía, Domingo Cavallo. Moris era un infaltable y ya pidió poder volver a visitarlo.
En 2019 comenzaron las obras de restauración, pero durante un año y medio estuvo demorado por la pandemia. Trabajaron más de 250 personas. Desde buzos tácticos de la Armada para poder recorrer el tercer subsuelo que estaba inundado, hasta los arquitectos del Congreso. Astillero Río Santiago se encargó de la recuperación de la marquesina de hierro.
“Nos focalizamos en restaurar la confitería, el primer piso, la terraza, la cúpula y los subsuelos. Hasta tuvimos que construir una sub estación eléctrica con Edesur en el subsuelo del edificio. Paulatinamente seguiremos con los departamentos. Todo lo hicimos con convenios con distintos organismos, dinero del ministerio de Obras Públicas y presupuesto de la Comisión, no podemos dimensionar lo que se invirtió”, explicó.
Para restaurar el emblemático edificio recibieron muchas donaciones. “Pudimos reconstruir todo con fotos que traía la gente hasta del casamiento de su abuela. Nos donaron trajes y vestimentas de los adicionistas y camareras y hasta latas o envases de los bombones. Estamos haciendo un trabajo de arqueología urbana con especialistas. Encontramos recetarios, más de 12.000 moldes de pastelería”, contó.
La pregunta del millón es cuándo reabrirá la confitería. “La intención es en los próximos dos o tres meses terminar las cuestiones estructurales. Sería deseable que la licitación y el proceso de concesión se haga antes de fin de año para reabrir el año próximo. La ley dice que hay que concesionar la confitería de planta baja, el primer piso y el primer subsuelo. Donde estaban los departamentos la ley prevee avanzar con un museo y un centro cultural y dice que en planta baja debe funcionar una confitería que respete el mismo estilo histórico de la anterior. Incluso habla del mantenimiento de ciertas pautas de la carta gastronómica”, aseguró Ricardo Angelucci, Secretario Técnico Administrativo de la Comisión de El Molino.
Desde el lunes se podrán inscribir para las visitas guiadas y periódicas al edificio en la web oficial. La Comisión invita a acercar fotos u objetos que permitan reconstruir la historia.