El Salario Mínimo, herramienta en tiempos de inflación, trabajo y grieta oficialista
Ya bajo la presidencia de Mauricio Macri hubo iniciativas sindicales sobre el Consejo del Salario como “catalizador” de sueldos en tiempos de severa crisis, que reclamó el ferroviario Sergio Sasia y también la moción planteada desde la cúpula de la CTA Autónoma para que como mínimo el CNS se reuniera tres veces por año como paritaria base

Por Luis Autalan
Definido ya que se adelantarán los tramos previstos para el aumento del Salario Mínimo a junio y la convocatoria de la mesa tripartita que lo define para agosto, el haber base ocupa el centro de la escena política, sindical y económica como termómetro. Amén de que según estimaciones gremiales y de economistas a rango de “perder por poco” el SMVM debería ser a la fecha de $60.000 y en junio llegará a $45.540.
“La paritaria más pareja en cuanto al número de participantes”, recalcaron desde la cartera laboral a cargo de Claudio Moroni. En efecto, el Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil (CNS) tal cual su denominación completa, convoca a 32 miembros: 16 por la parte trabajadora y 16 por la empleadora. Sin perjucio de que como lo recordaron a BAE Negocios fuentes del Gobierno “durante la era Cambiemos esa mesa tenía al Gobierno sumado al bloque de empresarios”, a punto tal que se aplicó el laudo o “decretazo”, que por normativa tiene como potestad el Gobierno para fijar el SMVM en caso de disparidad de criterios entre gremios y empleadores.
En lo reciente al anuncio del adelantamiento desde el ministerio de Trabajo le antecedió una cuasi certeza el domingo por la noche. Fue cuando ante la consulta de BAE Negocios se admitía ante el clamor por acercar el cronograma de aumentos a estos días, “no había nada de nada”.
Una frase corta que no obstante incluyó la posibilidad de que con el correr de las horas se pudiesen activar los engranajes del ingreso base.
Trabajo y discusiones de palacio
Además del proyecto de resolución firmado por Máximo Kirchner (léase reclamando por escrito lo que decidió el Gobierno finalmente) y la nota de la CTA de los Trabajadores en tono político vinculante desde el alineamiento de esa central que comanda Hugo Yasky al ala “K”, asomó potente el reclamo unificado de los movimientos sociales.
En efecto, desde su vocación de “diálogo hasta que duela y más” en versión UTEP como en el formato más combativo que integra Barrios de Pie (Libres del Sur) el pedido de adelantar los tramos del SMVM y la convocatoria del CNS, esas cúpulas coincidieron y coinciden en un punto neurálgico “que se dejen de lado las disputas de palacio y abran mentes y espíritus a la inflación del 60% como piso, porque hay cada vez más trajadores/as registrados dentro de las franjas de la pobreza”.
Yo te avisé
Antecedentes de la premura gremial respecto al CNS se cifran en los dichos del titular de la Unión Ferroviaria y la CATT Sergio Sasia. Al realzar el valor de esa mesa como “catalizador de sueldos”, el sindicalista consideraba indispensable su convocatoria periódica como herramienta anticrisis, lo hizo de 2016 a 2018 desde una base conceptual. "Más allá de que cada sindicato sabe llevar adelante su negociación paritaria, la responsabilidad del movimiento obrero organizado es debatir políticas en el Consejo del Salario para el beneficio de los todos los trabajadores y trabajadoras". Hace algunas horas, después de firmar su acuerdo por el convenio de salarios de este año, Sasia le expresó a este diario que su convicción sigue siendo la misma respecto al CNS.

Corría enero de 2020, la gestión presidencial de Alberto Fernández daba sus primeros pasos y la cúpula de la CTA Autónoma, Ricardo Peidró, Hugo “Cachorro” Godoy y Claudia Barrientos tenían su primera reunión con el ministro de Trabajo Claudio Moroni. Cuando ni siquiera se percibía la pandemia que se desataría semanas más tarde, esos dirigentes coincidían en un punto decisivo para afrontar la crisis que había dejado Cambiemos en el poder.
"Es fundamental que se convoque al CNS, porque ese valor base traccionará los sueldos de todos los trabajadores, y también recuperar allí la actividad de las comisiones que lo integran. Un ejemplo, que es una deuda histórica, es establecer una canasta básica de los trabajadores".

Corrosión sin frenos
El SMVM experimenta un deterioro que se remite a septiembre de 2011 y según el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (Cifra) de la CTA de los Trabajadores, a marzo de 2021 había perdido un 37,5% de su poder de compra. Para el Observatorio de Derecho Social de la CTA Autónoma (CTAA) el derrumbe llega al 44% y el SMVM en marzo debió ser del $59.166.
Luis Campos, coordinador de ese estamento sindical, le precisó a este diario que en términos reales septiembre de 2011 marcó un punto de inflexión para el SMVM. "Desde entonces cayó un 44%. Un mínimo 'socialmente tolerable' que se redujo casi la mitad en una década", remarcó. Campos advirtió que con valoraciones trazadas desde "lugares comunes y erróneas", se intenta sostener que el Salario Mínimo no impacta en los salarios registrados.
