Siguen las críticas internas hacia el Gobierno
El malestar por la derrota en las primarias continúa dentro del Frente de Todos pese a los cambios en el Gabinete. Un intendente del oficialismo dijo que "no hay manera de revertir en noviembre"
La derrota electoral en las primarias trajo la primera gran crisis dentro del Gobierno y obligó al presidente, Alberto Fernández, a ensayar una rápida movida con cambios en el Gabinete, algo que había descartado hasta fines de año.
Las presiones y las críticas en el Frente de Todos destaparon un olla a contenida durante toda la pandemia, sobre todo enfocada en la falta de contacto con los problemas de la gente.
En su lapidaria carta, la vicepresidenta Cristina Kirchner se quejó por la subejecución del gasto de este año. El ministro de Economía, Martín Guzmán se defendió y dijo que "no hay ajuste sino baja del déficit fiscal". Sectores del kirchnerismo duro no están de acuerdo con la gestión del economista. Incluso el ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires, Andrés Larroque, afirmó que "no es tiempo de amarretear".
Elecciones generales 14 de noviembre
Es muy difícil cambiar los ánimos en el oficialismo después de un fracaso electoral que no esperaban. En las últimas horas se sumó el intendente de Escobar, Ariel Sujarchuk, quien hizo un duro pronóstico sobre las elecciones generales del 14 de noviembre.
Sujarchuk aseguró que "no hay manera de revertir en noviembre la derrota de las PASO” y consideró que “la gente se siente cada vez más lejos de las propuestas del gobierno porque sencillamente no las entiende y no ve el rumbo”.
Las críticas vienen de un distrito gobernado por el oficialismo. Es el mismo territorio que eligió el Frente de Todos para hacer la presentación de los precandidatos de la provincia de Buenos Aires. Sujarchuk fue uno de los oradores junto al Presidente y la Vicepresidenta.
Quejas y críticas internas
Otro de los heridos del combate interno fue el ex ministro de Educación, Nicolás Trotta, hoy fuera del gobierno. Hace unos días lanzó cuestionamientos a la gestión por su posición con respecto a la presencialidad en los colegios. Dijo que "no estaba de acuerdo con la suspensión de las clases en las escuelas" pero que tuvo que acatar las órdenes del Ejecutivo.
Tampoco gustó la frase del candidato a diputado nacional del Frente de Todos, Daniel Gollán, quien dijo que "con un poco más de platita en el bolsillo, la foto de Olivos no hubiese molestado tanto". El secretario de Políticas Parlamentarias, Fernando Chino Navarro, cuestionó los dichos del ex ministerio de salud bonaerense, al considerar que fue "una frase poco feliz".
El kirchnerismo duro fue el que salió a pegarle al Presidente por la derrota electoral y pidieron cambios urgentes en el gabinete. Se trata del sector político que responde a Cristina Kirchner, la promotora de “los funcionarios que no funcionan”. Las presiones internas fueron tal que no hubo espacio para la resistencia. Alberto delegó en el jefe de Gabinete, Juan Manzur, la segunda etapa de la campaña y lo puso al frente de los anuncios económicos.