Argentina y el FMI: no soy yo, sos vos
El ala política del Gobierno salió a jugar fuerte para instalar la connivencia del FMI en la deuda de USD45.000 M que le otorgó a Macri violando su propio estatuto. Alberto Fernández, Sergio Massa y la firma invisible de Cristina, en la ofensiva

Por Gabriela Granata
Si la misión del Fondo Monetario Internacional esperaba encontrar alfombras rojas en todos lados y funcionarios dispuestos a estrechar codos receptivos ante las condiciones necesarias para trocar el acuerdo Stand-by en un duro programa de Facilidades Extendidas, en menos en tres días se dio cuenta de que era otra cosa.
La misión del FMI encabezada por la directora adjunta del departamento del Hemisferio Occidental, Julie Kozack y el jefe de la misión para Argentina, Luis Cubeddu, empezó a trabajar el martes 10. A ellos se sumó el representante residente del FMI en el país, Trevor Alleyne.
El ministro de Economía, Martín Guzman, quedó rápidamente en evidencia como el "ala soft" de la gestión de Alberto Fernández, mientras desde el "ala política" empezaron a sembrar los primeros escollos. El propio presidente había dado pie a tal mensaje cuando, el miércoles, sostuvo que cada vez que el FMI pone las condiciones, Argentina la pasa mal.

Después, fue el presidete de la Cámara de Diputados Sergio Massa quien estableció que no le podían pedir Argentina lo que no la habían pedido a Mauricio Macri, presidente de la gestión Cambiemos que pidió el gigantesto préstamo stand-by en tiempos de Crhistine Lagarde en el organismo que terminó transformándose en una deuda impaga por USD44.000 M.
Amores fugitivos
"Se van a enamorar de Christine" Lagarde, pronosticó Macri. Pero ni los argentinos se enamoraron ni los dólares se "encariñaron" con el país, de modo que gran parte de los préstamos entró al país y salió del sistema, lo que se denomina "formación de activos externos". Fuga.
Con la misión en Buenos Aires, la Casa Rosada tiene ante sí un panorama complejo: todavía no consiguió sancionar el Presupuesto 2021, tiene que llevar adelante un nuevo sistema de movilidad jubilatoria y reducir planes de asistencia de pandemia cuando todavía no se salió de la crisis, comenzar a normalizar subsidios y tarifas y domar la fuerte presión devaluatoria. Además de capear las exigencias del Fondo.
¿Cuán distinto es "este" Fondo que el que autorizó el préstamo a Macri? Los senadores del Frente para la Victoria dejaron flotando la pregunta en un durísimo documento-carta que le enviaron este domingo a la directora gerente, Kristalina Georgieva.
En un repaso muy detallado de las condiciones que no cumplió el "board" al otorgar el préstamo hace un fuerte reclamo a que cada firmante -Argentina y el FMI- asuma su cuota parte de responsabilidad. Los senadores conducidos por José Mayans tensaron la cuerda al máximo: pidieron un período de gracia hasta 2025, "varias décadas" para las amortizaciones pero sobre todo, reclamaron que el Fondo Monetario Internacional se haga cargo de las violaciones a su estatuto para el préstamos millonario a Cambiemos en busca de solventar su camapaña a la reelección.
En ese sentido, el punto 4 de la carta es revelador:

Al Gobierno no le va a salir barato renegociar con el Fondo y lo que va a ceder en el terreno económico no quiere cederlo ni pagarlo en el terreno político.
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Escrito por
Emilio Cornejo Costas y Camila Sofía Sánchez