Contactless: los países más activos de la región y el caso de Colombia como un modelo a seguir

Por Juan Bergelin
Aunque aún están lejos de lo que ocurre países como Polonia o Australia, hay algunos lugares de Latinoamérica en donde las tarjetas contactless están pisando fuerte, y en cada uno, con un motor impulso diferente.
El primero es Costa Rica, en donde el sistema desembarcó hace apenas 3 años y viene creciendo a pasos agigantados. Ahí la iniciativa la tomó el propio Banco Central y fue lo que le dio fuerza a la adopción del sistema en todo el sistema financiero. Según detalló Rodolfo Durán, vicepresidente de Business Development en Mastercard Latinoamérica y Caribe, el organismo monetario de ese país fue el que "decidió ser el líder en Latinoamérica y ahora todo el ecosistema está listo. Viene creciendo muy fuerte",
El que sigue a la nación caribeña es Chile, en donde el 20% de las transacciones ya se hacen con tarjetas contactless, y con el protagonismo de los propios bancos para instalar el nuevo producto. "Cuando comenzó la migración, la asociación de bancos de ese país decidió invertir un poco más por tarjeta y en poco tiempo todos terminaron adoptando el contactless", comentó Durán. El uso del contactless en ese país viene en franco crecimiento y según datos de Mastercard casi el 40% del crédito ya se realiza a través de este sistema.
Asimismo, el que ocupa el tercer escalón en el podio es Colombia, con un crecimiento que sorprendió a los propios emisores de tarjeta y en donde ni el Banco Central ni el sistema financiero fueron los motores de este despegue, sino una iniciativa de Mastercard. En rigor, hicieron una campaña con la cual por cada transacción donaban una comida para la comunidad Guajira y los resultados superaron las expectativas.
Con el plan, coordinado con el Programa Mundial de Alimentos (World Food Programme) de la ONU y con Bancolombia, planeaban donar un millón de comidas en 3 meses. En el primer mes ya había alcanzado ese objetivo, y ahí decidieron duplicar la meta. "Fue clave que no pedíamos hacer una donación, ni nada; era para beneficios de otros y no le costaba nada ni al consumidor, ni al cajero, quien también fomentaba el uso del contactless", sostuvo Durán, y concluyó: "Ahí aprendimos que cuando no fue ni el gobierno, ni los bancos en conjunto, nosotros podemos crecer llevando algo similar al resto de los países".