La CTA Autónoma recordó el escenario previo a la pandemia, corrosión salarial y flexibilización
Cuando no se esperaba el efecto Covid-19, la situación del mercado laboral formal ya era alarmante. Un informe elaborado por el Observatorio de la CTA Autónoma da cuenta de que el empleo formal, estancado desde 2012, "entró en un proceso de destrucción neta" sobre todo en los últimos 4 años. En ese período, en el que "el sector público dejó de sostener al mercado de trabajo", se perdieron en total 246.000 puestos en el ámbito privado, de acuerdo al paper que comentó a BAE Negocios el coordinador de la CTAA Luis Campos.
Allí también realzan que entre 2016 y 2019 se registró un incremento, de casi un millón de puestos de trabajo asalariado en negro y cuentapropismo. Esto fue acompañado en una caída del salario real, en ese período, del 19,3% en el sector privado y del 23,3% en el sector público.
Para la CTAA no obstante hubo "niveles de resistencia sindical muy altos" y "proliferación de mecanismos adaptativos para sostener la negociación colectiva". A saber: el uso de herramientas como las cláusulas gatillo y revisión o el acortamiento de plazos paritarios sirvieron para amortiguar la corrosión de sueldos.
Campos puntualizó además que la "organización sindical impidió un avance de la flexibilización laboral pretendida", tanto por vía parlamentaria como en las negociaciones empresa/gremios. Sin menoscabar que se modificó el convenio de los petroleros por la esperanzas en el proyecto "Vaca Muerta".