Guzmán reúne hoy a fondos de inversión en Nueva York antes de la cita en Washington con el FMI
Participarán Fintech, Greylock y Monarch, entre otras firmas a las que fuentes oficiales describieron como constructivas. Hubo quejas de bonistas no invitados. Buscará convencelos de que sostengan sus títulos e inviertan en el país. En días, verá a Georgieva y a funcionarios de Tesoro de EE.UU.
De gira por Estados Unidos, el ministro de Economía, Martín Guzmán, comenzará hoy en Nueva York sus encuentros con inversores. Será la antesala de las reuniones con los funcionarios del Fondo Monetario Internacional y del Tesoro de Estados Unidos que se iniciarán en Washington en los próximos días.
Desde las 11, hora de la costa este estadounidense (12 de Buenos Aires), Guzmán recibirá en la sede del consulado argentino en la Gran Manzana a algunos de los fondos más colaborarativos durante la negociación para el canje de deuda de 2020 y a representantes de algunos bancos. Será en pequeños mitine uno a uno o en grupos reducidos. "También vamos a tener un encuentro grande con una decena de inversores", señalaron fuentes oficiales.
Según confiaron, entre los citados, están Fintech, la firma del empresario mexicano David Martínez; Greylock, de Hans Humes, que hoy transita una convocatoria de acreedores; y Monarch, antes ubicado en el bando de los buitres. "La reunión va a privilegiar a los que se consideran inversores dedicados, son aquellos que tienen interés en Argentina, son los especializados, investigan y buscan generar vínculos constructivos y positivos", dispararon fuentes cercanas al ministro luego de que los grupos de bonistas más duros en la reestructuración se quejaron por haber quedado afuera de la convocatoria.
Guzmán intentará tranquilizar a los tenedores de deuda soberana que ven con alarma el derrumbe de alrededor del 35% que tuvieron los bonos desde el canje. Buscará convencerlos con su plan de estabilización y prudencia fiscal de que conserven sus tenencias y mejoren sus perspectivas en el país.
Para eso, reiterará un argumento que ya desplegó el martes en la videoconferencia coordinada por el Fondo de Inversión Directa de Rusia de la que paticiparon Alberto Fernández y él junto a otros 18 fondos de inversión soberanos, en su mayoría de países del sudeste asiático y el Golfo Pérsico. Allí, dijo que Argentina “es la economía que más rápido se está recuperando en todo el continente” y que para este año espera un rebote del PBI de 7% como escenario base, 1,5 punto por encima de lo proyectado en el Presupuesto.
Ocurre que uno de los reclamos del FMI, que busca que el Gobierno avance en un ajuste mayor, es que no sea el gasto del Estado el que motorice la recuperación sino la inversión privada, en una lluvia lárgamente prometida en la historia reciente del país pero que no llegó a garúa.
La otra cara de esa discusión se verá en las reuniones que mantendrá Guzmán los primeros días de la próxima semana con Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo; Julie Kozack, subdirectora para el Hemisferio Occidental; y Luis Cubeddu, responsable del caso argentino: ¿qué se hará con el punto y medio más de recaudación que ahora se avizora gracias a los superprecios de los commodities y el aporte de las agrandes fortunas? ¿Irá a achicar el déficit a menos del 4,5% del PBI que puso como meta el Gobierno o a ampliar el gasto para paliar la coronacrisis, como discute internamente el oficialismo?
Otro punto saliente de las gestiones ante el organismo y, sobre todo, de las reuniones con funcionarios del Tesoro estadounidense será el intento de establecer un plazo de repago excepcional que exceda el tope de diez años que fija la línea crediticia más larga del FMI -el acuerdo de Facilidades Extendidas- para devolver los 45.000 millones de dólares de deuda que legó el programa Stand By firmado por Mauricio Macri en 2018. Pese al argumento de la excepcionalidad que tuvo aquel préstamo -al violar las normas argentinas y el propio estatuto del Fondo-, no será tarea fácil: una decisión así requiere el aval del 85% del directorio y solo Estados Unidos concentra el 16% los votos.
Por eso, luego de su paso por el Gigante del Norte, adonde arribó este jueves, Guzmán y su comitiva viajarán a Europa y Asia en busca de apoyo de otros países del G7 tanto para la negociación con el Fondo como para patear el pago de un vencimiento por cerca de 2.800 millones de dólares con el Club de París que expira el 30 de mayo. Las grandes potencias globales son los principales accionistas de ambos organismos.