La maldición del lujoso piso de Corina Kavanagh: hace 15 años que no se vende
Su dueño es un lord inglés que ya lo rebajó un 64% desde el 2007, año en que le puso cartel de venta. Arrancó pidiendo 7,9 millones de dólares y ahora lo acaba de rebajar a 2,9 millones. En los últimos cinco años lo bajó un milllón de dólares. Parece que las historias de amores, pasiones y traiciones del 14 A hacen de las suyas e impiden su venta.

Por Graciela Moreno
Hace 15 años que el lujoso piso 14 A de Corina Kavanagh está a la venta y no consigue comprador. Desde que su dueño, el lord inglés Alain Levenfiche le puso cartel de venta en 2007 a 7,9 millones de dólares, ya lo rebajó un 64%, sin éxito. Sólo en los últimos cinco años, lo rebajó un millón de dólares, pasó de pedir 3,9 millones de dólares en 2017 a 2,9 millones de dólares este año. A fin del año pasado pedía 3,4 millones de dólares y este año, cansado de esperar lo volvió a rebajar medio millón de dólares.
Todos se preguntan cómo puede ser que un ícono de Buenos Aires no consiga comprador, en voz baja, los vecinos recuerdan las historias de amor, pasión y traiciones y hablan hasta de una maldición.
Inaugurado el 3 de enero de 1936, el departamento es el 14 A del emblemático edificio ubicado en Florida 1065, frente a la plaza San Martín. El Kavanagh se realizó en menos de dos años y se convirtió en el rascacielo más alto de Sudamérica y llegó a ser la estructura de hormigón más alta del mundo. Con un estilo art decó tiene 31 pisos y 105 departamentos, cinco entradas independientes y un staff de 18 empleados, que incluyen dos mayordomos.
La historia cuenta que Corina Kavanagh estaba enamorada de Aaron Anchorena, hijo de Mercedes Castellanos de Anchorena, que vivía en lo que es hoy la Cancillería. Doña Mercedes no aceptaba el romance. De una familia de alta alcurnia y muy católica, ordenó la construcción de la Basílica del Santísimo Sacramento.
Corina estaba muy dolida y decidida a vengarse de su ex suegra. Sabía que doña Mercedes estaba por comprar un solar frente a la iglesia, aprovechó que partió a Europa y le ganó de mano al mejorar la oferta. Sabía que la madre de su amado sentía placer al ver desde su casa la iglesia. Sin dudarlo, ordenó la construcción de un altísimo edificio al que bautizó con su apellido Kavanagh.
La venganza de Corina Kavanagh
La venganza fue no sólo taparle la visual, sino que para poder mirar la iglesia de frente, sólo es posible desde el pasaje Corina Kavanagh.
El lujo del edificio deslumbró a todos, Corina eligió el piso 14 A con terrazas y jardines para vivir. Su departamento cuenta con 740 metros cuadrados, con una superficie cubierta de 475 metros cuadrados, las terrazas y jardines ocupan 251 metros cuadrados y tiene una baulera de 14 metros cuadrados. No tiene cochera, sólo de cortesía. Su terraza al frente da al Río de la Plata, tiene otras dos parquizadas con jardines al contrafrente. Con vistas inmejorables a todos sus puntos cardinales. Posee cinco dormitorios en suite, dos de ellos de 80 y 60 metros cuadrados con terrazas privadas y jardines.
El millonario Lord Alain Levenfiche, apenas lo vió quedó deslumbrado. Le compró la propiedad a la familia Roberts, quienes la habían adquirido de manos de Corina Kavanagh. En 2007, la propiedad estaba valuada en US$7,9 millones, en 2009 el precio se fijó en US$6 millones.
El lord no pierde las esperanzas de venderlo, en algún momento decidió alquilarlo, luego desistió. Sí se alquila para eventos muy selectos y privados. En 2017 pedía 3,9 millones de dólares; en 2019, lo rebajó a 3,5 millones; el año pasado pedía 3,4 y este año, ya aburrido de esperar quien lo compre, no dudó y lo rebajó a 2,9 millones de dólares.
En 1999, el edificio fue declarado por la UNESCO, Patrimonio Mundial de la Arquitectura de la Modernidad. El Lord Alain Levenfiche si bien hace mucho que no viene, en algunas oportunidades hasta filmó un video donde muestra todo el departamento en detalle.
Parece que al inglés no le gustaban y quitó los pisos de roble de Eslovenia y los reemplazó con porcelanato. En las habitaciones puso pisos de moquet. Sólo resistieron los listones originales de roble. Para los glamoros vecinos y conocedores de este deslumbrante piso que es casi una joya fue un horror la decisión tomada. Intentaron convencerlo, pero el Lord hizo lo que quiso. Lo único que pudieron hacer los amantes del buen gusto fue lograr que el lord guarde los pisos de Eslavonia en su enorme baulera de 14 metros cuadrados.
Los interesados pueden encontrar los avisos que anuncian la venta en redes. La inmobiliaria Bellussi lo publicó hace 11 meses en Mercado Libre y Patagonia Synergia lo publicó en Zonaprop hace más de un año.
El lord quitó los pisos de roble de Eslovenia y los reemplazó por porcelanato
Las expensas cotizan a $139.000, pero incluyen la boleta de Aysa. Se permiten mascotas en los 31 pisos del Kavanagh. Entre los amenities ofrece hidromasaje, parrilla, sala de juegos, solárium, laundry, ropa de cama, internet, toallas y caja fuerte.
El piso de Corina Kavanagh se vende completamente amoblado, con sus aires acondicionados, vigilancia, microondas, cocina equipada, lavarropas, secarropas y hasta lavavajillas. Esta listo para llegar con las valijas e instalarse. Lo único que mantiene intacto desde la época en la que vivía su creadora es uno de los baños más chicos que está en suite y tiene mármol y grifería original. El resto fue cambiado, pero mantiene el glamour y el misterio de la época.
